Opening Night, el musical protagonizado por Sheridan Smith, se vio obligado a cerrar antes de tiempo porque era “demasiado europeo”, según afirmó su creador Rufus Wainwright, culpando a la audiencia del West End, que, según él, carece de “curiosidad” después del Brexit.
La producción fue el primer musical de Wainwright y es una adaptación de la película de 1977 de John Cassavetes sobre una estrella en crisis, interpretada por Smith, de 42 años, que está en crisis antes de la apertura de una obra de teatro en Broadway. Myrtle, el personaje de Smith, bebe demasiado, pierde el control de la realidad y entra en pánico por envejecer.
Dirigida por Ivo van Hove, se estrenó en marzo en el teatro Gielgud, pero un mes después anunció que cerraría dos meses antes. Algunos miembros de la audiencia supuestamente abandonaron la función o se fueron durante el intermedio.
Wainwright, de 50 años, dijo que los elementos experimentales del espectáculo fueron demasiado para las audiencias conservadoras, incluida una escena en la que Smith sale tambaleándose a las calles mientras la filman, con su imagen proyectada en el escenario.
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Wainwright le dijo a The Guardian: “Siento que desde el Brexit, Inglaterra ha entrado en un pasillo más oscuro donde su perspectiva es un poco más estrecha, y la vitriolización porque sometimos a ‘la rosa inglesa Sheridan Smith a este calvario del teatro europeo’ me pareció un poco sospechosa. Me sorprendió un poco eso”.
Aunque admite que el espectáculo “no era perfecto en ningún sentido” y que “se cometieron errores en muchos aspectos”, el cantautor canadiense-estadounidense cree que la reacción negativa se debe en parte a que Gran Bretaña se ha vuelto más insular desde el referéndum del Brexit en 2016.
“Hay una falta de imaginación y curiosidad sobre el cambio”, dijo. “Todas las críticas de Europa fueron increíbles para esta obra; la puesta en escena y el ritmo son más europeos y hubo una reacción vitriólica contra eso. No creo que fuera perfecto y que no merezca críticas, pero esta idea de cerrarlo si no es exactamente lo que quieres no es realmente el camino teatral en el que quiero vivir”.
Smith dijo que estaba “desconsolada” por el cierre del espectáculo durante una entrevista con The Times el sábado, mientras rompía a llorar.
Para Smith, nominada al premio Olivier, que sufrió un colapso muy publicitado mientras actuaba en Funny Girl en el West End en 2016, fue un papel muy personal. Ella dijo: “Estaba desconsolada por la compañía. Sentí que los había defraudado de alguna manera; que no pude venderlo”.
Agregó: “Me siento mal por el equipo y todo el trabajo que hicieron, pero estoy en esa edad en la que quiero ser desafiada. Quiero hacer cosas nuevas, no quiero hacer siempre lo mismo aburrido”. Sin embargo, la actriz dijo que no tenía “ningún arrepentimiento” sobre el espectáculo y “lo haría de nuevo en un instante”.
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Wainwright admitió que estaba “un poco golpeado” por la experiencia, pero dijo que la producción era ambiciosa. El espectáculo se destacó en lo que él considera un paisaje teatral conservador, dijo, añadiendo: “Creo que el West End se ha vuelto bastante aburrido.
“El objetivo principal que tengo es que la gente piense en ello durante días y días y miren: la gente ha pensado en Opening Night durante semanas. Ha permanecido en la psique de la prensa y el público… perdura, para bien o para mal”.